Leyes psicológicas
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      En Pedagogía y en Psicología se sigue con frecuencia la tendencia a configurar principios generales que son como "leyes o normas" usuales en el comportamiento.
     Algunas de esas leyes pueden resultar orientadoras para la tarea educativa en terrenos morales y religiosos.
     Por ejemplo la Ley de Ebbingaush: "La amnesia es inversamente proporcional a la inmediatez de la grabación", que significa que lo último aprendido es lo primero olvidado y lo aprendido hace tiempo se olvida en proporción inversa al tiempo del aprendizaje.
     El educando olvida raramente lo que tiene grabado desde los primeros años. Se olvida muy pronto de lo más reciente.
     La "ley de Meumann" habla de la correlación entre las facultades. "Nada se aprende o recibe por una sola facultad o cualidad". Ellos recuerdan al educador que una facultad psíquica nunca actúa independiente y aisladamente. Hay una interactuación que es preciso conocer.
    La ley de los juicios comparativos de Thurstone dice que "lo que estimula al individuo lo hace en un continuo psíquico". Y ello equivale a recordar que nada afecta al individuo en un sólo rasgos de ser psicológico, sino que todo se distribuye proporcionalmente en las diversas facultades receptivas del sujeto.
   Sin caer en un determinismo fatalista, pues la Psicología no es una ciencia exacta, sí conviene recordar que hay criterios que deben ser tenidos en cuenta en la educación de las personas, incluidos los aspectos religiosos en aquello que tienen de humano.